sábado, 19 de noviembre de 2011

Relato "La playa"



Normalmente solemos ir a playas de las denominadas "textiles", es decir de las de bañador, pero desde hace un tiempo vamos a una playa en la que conviven los textiles y nudistas; Yo cada vez que vamos procuro que nos pongamos más en la zona nudista que en la textil, y mi mujer lo acepta con la excusa de que es una zona más tranquila y hay más respeto entre los usuarios ya que la mayoría de las personas son parejas y hombres o mujeres solos, vamos que no hay famílias con niños ni gente joven con música, etc.

Un día que fuimos entre semana había más bien poca gente (ya era principios de septiembre), y pusimos las toallas entre una pareja y un par de chicas, unos metros más allá había algún que otro hombre solitario tomando el sol todos ellos desnudos. Tras instalarnos y embadurnarnos con protección solar nos dispusimos estirados cara al mar disfrutando de la agradable brisa, mi mujer en topless con auriculares escuchando música y yo con bañador hasta casi la rodilla. Al cabo de una media hora y gracias a la intensidad de los rayos solares decidimos irnos al agua a darnos un buen chapuzón y la verdad es que se agradeció el agua fresca del mar y estuvimos un buen rato nadando y jugando dentro del agua haciéndonos arrumacos y metiéndonos mano bajo el agua. En una de estas mi mujer se me acerca y empieza a tirar de mi bañador hasta quitármelo quedándoselo ella en una mano y me dice:

"¡Ahora qué!, ¿A que no eres capaz de salir del agua así?"

A lo que yo le contesté:

"Pues claro que me atrevo, pero si tú sales también sin nada puesto"

En ese momento yo creí que se hecharía atrás y me daría el bañador, pero por respuesta me dijo:

"¡Vale, si eres capaz de quitarme el tanga antes de que salga!"

De inmediato me empujó hacia atrás y salió corriendo hacia la orilla con mi bañador en la mano y riendo. En cuanto me recuperé del chapuzón vi que ella ya estaba mirándome secándose el pelo con la toalla y con una sonrisa de niña traviesa. Yo pensé:

"Bueno o salgo o me quedo en remojo como un garbanzo"

Seguidamente decidí acercarme a la orilla, pero advertí que debido a la situación y los toqueteos con mi mujer bajo el agua tenía una tremenda erección, a lo que pensé:

"Espero que según vaya saliendo se me vaya bajando"

Y empecé a salir bajo la atenta mirada de mi mujer que había cogido el móvil y estaba preparada para hacerme una foto, pero también me miraban el matrimonio que teníamos a la derecha y las chicas de la izquierda e incluso me pareció ver a algún hombre que estaba atento gracias al numerito que había montado mi mujer.

Salí con paso firme y me dirigí lo más pronto posible a la toalla a tumbarme boca abajo mientras que todos advertían en mí una decreciente erección, vamos que la tenía "morcillona" al salir del agua. Mientras tanto mi mujer se divertía haciéndome fotos y burlándose de la situación. Una vez que se estiró a mi lado me dijo:

"¡Se te ha quedado chiquitita por la vergüenza, eh!"

Yo la miré y dije:

"Es lo que hay, ya me gustaría verte a ti en la misma situación"

Ella me respondió:

" Hombre, a mí no se me notaría..."

Me quedé mirándola y le contesté:

"¿Seguro?,con la cara ya pagas. Además que me has hecho trampa al empujarme en el agua, si no es por eso seguro que ahora estarías exibiendo todos tus encantos ante el distinguido público y otro gallo cantaría..."

Mientras, observamos que el matrimonio de la derecha recogía sus cosas y se preparaba para marchar. Al quedarnos con más intimidad ya que sólo quedaban las chicas de la izquierda y algún hombre un poco más lejos, mi mujer se armó de valor y sin levantarse de la toalla con un leve movimiento se quitó el tanga y se giró boca abajo diciéndome:

" ¡Hala, ya te has salido con la tuya! ¡Para que luego digas que no cumplo las apuestas!"

Yo me incorporé de medio lado y heché un vistazo al culo de mi mujer que se veía espectacular con la marca blanca del tanga. Estaba ensimismado con semejante visión cuando observé que en el lugar donde había marchado la pareja se había instalado un hombre de unos 40 años aproximadamente,(nosotros estamos cerca de esa edad, sobretodo yo), se le veía cuidado, buen cuerpo, depilado, con gafas de sol con cristales de espejo y cierto aire de gigoló.

Tras observar la nueva situación le dí a mi mujer con el codo para que me prestara atención pues estaba escuchando música con los auriculares puestos, y cuando se los quitó le dije:

" Mira que maromo tienes a babor que no para de mirarte..."

Ella giró la cabeza disimuladamente y tras darle un repaso visual se giró hacia mí y me dijo:

" Pues la verdad es que no está nada mal, pero seguro que a las que está mirando es a las chicas de nuestra izquierda"

Y dicho esto se volvió boca arriba para tomar el sol al mismo tiempo que ponía a la visión de todos sus magníficas tetas y su jugoso coño que llevaba no del todo depilado, sino con un pequeño triángulo en el pubis bien perfilado. Yo aproveché para mirar de reojo a las dos chicas, y la verdad es que también estaban muy apetecibles y follables: la una, melena rubia, ojos azules, tetas voluminosas y turgentes, y el coño totalmente depilado, el tono tostado de su cuerpo destacaba con el rubio de su pelo, la otra chica lucía una media melena morena, ojos verde oscuro, las tetas eran más pequeñas que las de su amiga y que las de mi mujer, pero apuntaban con una pequeña curvatura al cielo y eso le daba un toque muy sexy, el coño lo tenía depilado pero con una fina línea en el pubis que parecía indicar la dirección a seguir, en esta se apreciaban unas tenues marcas de tanga por lo que se podía deducir que no siempre tomaba el sol totalmente desnuda. Parecía que estaban a su rollo hablando de cosas suyas.

Decidí darme la vuelta, pues pensé que me iba a quemar el culo pues ya llevaba rato boca abajo, y para ser la primera vez que tomaba el sol en bolas sería una mala experiencia. Al girarme me incorporé un momento y pude observar que el hombre de nuestra derecha había ido a darse un remojon y estaba sumergido en el agua. Por mi cabeza pasaron varias ideas calenturientas haciendo variaciones entre el hombre, las chicas y nosotros, pero rápidamente aterricé en la realidad y le dije a mi mujer.

" ¿Vamos a remojarnos un poco? "

A lo que ella me respondió:

" Ve tú que a mi no me apetece"

Seguidamente me incorporé y dirigiéndome al mar me zambullí y estuve nadando un poco, cuando me volví cara a la orilla vi que el hombre había salido del agua y estaba en pie secándose la cabeza con la toalla, en un momento se giró en dirección a las chicas y mi mujer y pude observar con asombro que aquel tío tenía colgando entre las piernas un aparato de grandes dimensiones, vamos casi el doble del mío de largo, pero sobretodo lo tenía muy gordo, la verdad es que se veía impresionante a pesar de tenerla" relajada " además el hecho de que iba totalmente depilado favorecía que te fijases en su tremendo aparato. A continuación se estiró en la toalla boca arriba mientras su polla caía sobre la toalla haciendo un arco desde la base de su pubis, impresionaba.

Salí del agua mirando de reojo a las chicas, pero no miraban, seguían con sus cosas y me recosté junto a mi mujer y le dije al oído:

" ¿Te has fijado en el calibre que gasta ese tío? "

A lo que ella me respondió con voz desinteresada:

" ¿Quien? "

Y yo remarqué:

" El macizo de la derecha"

Entonces ella hizo un giro de cabeza hacia donde él estaba y disimuló como si buscase algo dentro de la mochila, cogió de dentro una pinza del pelo y recogiéndoselo se giró hacia mí y me dijo:

" Hombre no está mal, pero la tuya me gusta más "

¡Vaya respuesta más diplomática! -Pensé yo, y decidí dar un paso adelante:

" ¿De verdad no te gustaría probar una de esas?¿ No tienes curiosidad por saber lo que podrías sentir al tener una de esas en tu coño? "

A lo que ella respondió:

" ¿Te veo muy interesado en la polla de otro, te estás pasando de acera? "

Yo pensé : " Ya está escurriendo el bulto y se va por peteneras", y le dije:

" Ya sabes que no, pero es envidia sana, ya me gustaría a mí tenerla como la de ese tío "

Me dijo:

" Pues no sé para qué tan grande, porque a mí como no me la metieras en el bolso...yo prefiero pequeña y juguetona que grande y torpe"

" Ya, ya"

Le contesté yo tras tal alarde de tópicos de excusa, sobretodo pensando en alguna ocasión en la que hemos follado del revés, es decir ella abajo con la cabeza hacia la cabecera de la cama y yo encima pero con la cabeza hacia los pies, es un poco difícil, pero ella tiene campo libre para excitarse viendo alguna peli porno y en alguna ocasión me masajea el culo, aunque nunca ha llegado a penetrarme.
 

Pues en esta posición en la mayoría de ocasiones aprovecho mientras la estoy penetrando para ir introduciendo poco a poco algún dedo adicional en su vagina, habiendo llegado a tener dentro la polla y tres dedos, produciéndole una cadena de orgasmos debido al aumento de diámetro de la penetración.

Estaba yo en mis cabilaciones sexuales a lo que veo que el hombre se levanta exibiendo "trompa" rebusca en su mochila, saca un cigarrillo y decidido se dirige a nosotros y dice:

" ¿Teneis fuego? "

A lo que respondemos los dos al unísono " No fumamos " y mi mujer añade:

" Tal vez esas chicas tengan"

El dijo:

" vale voy a ver "

Y se dirigió hacia las chicas con paso firme con su bamboleante cimbel. Tras preguntarles a ellas y al hombre que estaba un poco más lejos volvió hacia nosotros y nos dijo:

" Nada, no hay suerte, me voy a recorrer un poco la playa a ver si alguien tiene fuego. ¿Os importa que acerque mis cosas y así echáis un vistazo para controlarlas? "

A lo que respondió mi mujer:

" De acuerdo, pon la toalla aquí al lado con la mochila y ve tranquilo "

El colocó la toalla al lado de mi mujer y la mochila a la cabecera de la toalla, aprovechando yo creo para hacer un buen repaso visual de las tetas y el coño de mi mujer. Y dijo:

" Bueno a probar suerte, el vicio es el vicio, ¡ hasta luego ! "

Acto seguido se marchó caminando hacia la derecha mostrándonos su depilado trasero. Los dos nos quedamos mirando cómo se alejaba por la arena en busca de fuego. Mi mujer me mira y dice:

" Mira hemos hecho un amiguito en la playa"- de forma burlona.

Yo le contesto:

" Sí, si, y cuanto más amigo más te la arrimo "

Viendo mi respuesta mi mujer dice:

" ¿Estás celoso? "

" No, ya sabes que no soy celoso, pero sólo digo que este está más interesado en ti que en las chicas de nuestra izquierda."

"Anda, no digas tonterías... sólo trata de ser sociable "

A lo que yo aproveché y dije:

" Sí, si, sociable ya me dirás lo sociable que es cuando te la meta "

Ella me miró con una mueca entre sorprendida y lasciva y dijo:
" ¡Qué burro que eres! ¡ Como que yo me la voy a dejar meter por el primero que me pide fuego!"

Yo seguí avivando el fuego:

" Hombre, no sé tú, pero yo si fuese mujer, no dejaría escapar la ocasión de probar una polla de semejante calibre, es una cosa que no se ve todos los días... "

Llegados a este punto, creo que en la cabeza de mi mujer, y sobretodo en su entrepierna saltó una chispa de deseo, pero disimuló y se tumbó a tomar el sol otra vez escuchando música con los auriculares. Pasamos un rato más tomando el sol y cuando ya empezaba a sentir sofoco por lo que calentaba el sol oí a mi izquierda movimiento, y giré la cabeza para ver que pasaba, eran las dos chicas que se preparaban para marcharse y estaban ya vestidas, recogiendo las toallas y una pequeña sombrilla. De esta forma sólo nos quedamos en ese tramo de playa nosotros y el hombre que estaba a la izquierda alejado unos 15 metros aproximadamente. Le dije a mi mujer:

" Nos quedamos solos, bueno con la toalla y la mochila de tu amiguito...",

" A saber dónde ha ido a buscar fuego, cada vez hay menos gente en la playa... anda que si no vuelve...",

"¡Seguro! ¡Y en la mochila hay una bomba!,Je,je...",

" No te burles que hay gente muy rara "

En ese momento decidí sacar otro comentario libidinoso y le dije:

" Ese lo que tiene es un misil entre las piernas y tiene fijado el blanco en tu chocho ",

" ¡¡Animal!! ¡Mira que estás salido! "

me reprochó de una manera jovial,

" Anda y date un remojón que te está subiendo demasiado la calentura , ...y lo que no es la calentura "

bajando su mirada hacia mi polla que debido al calor y los comentarios empezaba a levantarse de una manera veloz,

" Vale,¿ te vienes conmigo al agua ? ",

" No, que ahora tengo mucho calor y seguro que la noto muy fría para mí "

Me dirigí al agua y entré al principio poco a poco, porque la diferencia de temperatura era importante, pero al llegar el agua a la altura del estómago me zambullí en un chapuzón y estuve nadando mar adentro hasta que me habitué a la temperatura del agua. Al volver nadando vi que el hombre del pollón había vuelto y estaba fumando y hablando amenamente con mi mujer, que parecía muy divertida con la conversación. Esto me hizo una reacción extraña entre celos y deseo, pero sobretodo me produjo una tremenda erección a pesar de que el agua estaba realmente fría. En mi mente pasaban un montón de escenas que en mis fantasías había ideado pero que nunca me había atrevido ni a comentar a mi mujer, y estas me producían una erección aún más fuerte. Pensé en quedarme un rato en la orilla dentro del agua a ver si se calmaba lo suficiente la cosa como para salir sin parecer un reloj de sol.

Mientras tanto ellos seguían con su conversación que parecía divertidísima a juzgar por las risas de mi mujer y del hombre, llegando cada vez a más confianza llegando él en alguna expresión a tocar el brazo o el muslo de mi mujer. Ella no parecía contrariada por este hecho, sino más bien que no le daba ninguna importancia y seguía ensimismada por la conversación. Como vi que los tocamientos no iban a más me fui calmando y mi polla fue bajando poco a poco. Aproveché el estado de relajación de mi miembro para salir del agua y me dirigí hacia ellos; de inmediato mi mujer dijo:

" Cariño, mira te presento a Fernando "

Él muy atento se levantó y me dio la mano diciendo:

" ¡Encantado!, Estaba explicándole a Ana, tu mujer lo difícil que es hoy en día el ser fumador, con esto de la ley del tabaco..."

a lo que Ana añadió:

" Me estaba explicando que cuando ha ido por la playa a ver si alguien tenía fuego ha ido a topar con dos hombres y una mujer que se estaban dando el lote entre las dunas y que en el momento en que se ha acercado a pedir fuego ¡ casi lo violan ! ",

" ¿De verdad?, ¡Qué suerte, me voy a tener que hacer fumador! "

dije a modo se sarcasmo. Él sonrió la gracia, pero mi mujer me lanzó una mirada asesina y me replicó: 

Pues anda que podrás quejarte tú ",

haciendo un gesto de mostrar la mercancía hacia Fernando, buscando su aprobación. Éste dio un buen repaso visual de lo que Ana ofrecía y disimulando con la pierna lo que era una incipiente erección dijo: 

Desde luego, los que tenéis el privilegio de tener una hembra como esta os quejáis de vicio. "

con estos piropos mi mujer se iba poniendo cachonda perdida, y me dijo:

" ¡A ver si aprendes a valorar lo que tienes ! "

yo contesté:

" A ver yo siempre he oído que en la variedad está el gusto..."

esta frase parece que le picó mucho y malhumorada dijo:

" ¡Vale, pues a partir de ahora me voy a aplicar yo el cuento! "

Tras esta frase se tumbó boca abajo, Fernando me miró he hizo un gesto con los hombros como de querer quedar al margen y también se tumbó, pero manteniendo la rodilla flexionada en alto para tapar su inminente erección. Yo hice lo mismo pero boca abajo, porque en ocasiones las comparaciones son odiosas, y con la polla de Fernando era una de las ocasiones.

Tras pasar un rato al sol mi mujer me dijo con voz seca:

" Ponme crema que me estoy quemando "

y yo le respondí:

" Espera que tengo las manos llenas de arena "

en ese momento giró la cabeza hacia mí me lanzó una mirada asesina de las suyas y sin encomendarse a nadie le dice a Fernando:

" ¿Me pones tú crema?, porque este manazas ni eso puede hacer "

Fernando cogió el bote de protección solar que mi mujer le ofrecía y me miró como pidiendo permiso para magrear a mi mujer, yo me incorporé sentándome e hice un gesto con la mano para decirle:

" Adelante toda tuya "

este gesto parece que animó a los dos, pues mientras que Fernando se incorporó un poco para dar crema sobre los hombros y espalda de mi mujer , no pudo evitar que su polla diese a parar sobre la palma de la mano de mi mujer , ella al notar aquella presencia en la mano en lugar de apartarla empezó a aprisionarla y soltarla efectuando un leve masaje sobre el glande de nuestro amigo, ocasionando la cada vez más patente erección de su enorme polla. Yo miraba ensimismado los movimientos de Fernando sobre mi mujer y sobretodo, miraba la maniobra de mi mujer en el capullo de él, y me parecía que estaba en una de mis fantasías que nunca iba a llevar a cabo.

" ¿Así? ", dijo Fernando, y ella le contestó:

" Dame también en las piernas y las zonas más blancas, no sea que me queme "

las "zonas blancas" evidentemente eran su culo y su coño. Fernando cogió más crema y empezó a dar un leve masaje por las piernas subiendo poco a poco por los muslos y finalmente el culo, en el que se estuvo dedicando a conciencia al mismo tiempo que en algún momento y pasando por el ano iniciaba una pequeña excursión con sus dedos anular y meñique hacia las profundidades del coño.
En estos momentos mi mujer ya estaba caliente como una perra y de su coño manaban ríos, al mismo tiempo los tocamientos en la polla de Fernando ya se habían convertido en una paja en toda regla. Subía y bajaba su mano a lo largo de aquel cimbel con un movimiento suave y acompasado.Ya metidos en faena Fernando le dijo:

" Date la vuelta que te doy por delante "

a mi oír aquella frase dirigida a mi mujer me produjo una excitación inexplicable y consecuentemente me vino una formidable erección. Al darse la vuelta mi mujer él cogió de nuevo la crema solar y empezó extendiéndola por todo su cuerpo, llegando a sus tetas y jugueteando con los pezones que apuntaban desafiantes al cielo, duros como piedras y muy sensibles a todas las atenciones que les estaban dedicando, después fue bajando por la línea del ombligo hacia su sexo, poco a poco, disfrutando de la ocasión (y de la paja que mi ya desbocada mujer le seguía haciendo), continuó rodeando el triángulo de bello púbico y cuando ya empezaba a pasar sus dedos por la raja del coño de mi mujer ésta le dijo con voz congestionada por la excitación:

" Por esa zona dame con la otra crema que tengo en mi mochila que es de mayor factor de protección "

yo estaba como una moto, no entendía porqué se interesaba por el factor de protección cuando estaba recibiendo un sobeteo importante de un tío cachas , al cual le estaba cascando una paja impresionante.

Fernando hizo caso y al inclinarse sobre la cabeza de mi mujer para coger la mochila que estaba más arriba, la inmensa polla quedó a la altura de la cara de mi mujer y entonces ella sin soltarla en ningún momento le dio un beso en el capullo, me miró, y acto seguido se la metió en la boca poco a poco, saboreándola, disfrutando de cada centímetro de aquella barra de carne . Fernando mientras, agrdeciéndo la labor que mi mujer le estaba realizando empezó a masajear el coño a mi mujer , dando pequeños círculos alrededor del clítoris y penetrando primero con uno, dos y hasta tres dedos la lubricadísima vagina que estaba deseosa de probar "otro diámetro". Yo mientras me la pelaba como un mono, y con la calentura de la escena que estaba viendo en primera persona estaba a punto de estallar.

En plena refriega sexual los dos empezaron a acelerar sus movimientos, Fernando no paraba de frotar el clítoris de mi mujer con un ritmo endiablado al tiempo que penetraba la vagina sin ninguna dificultad ya con cuatro dedos. Esto produjo un enorme espasmo en mi mujer que seguido de varios temblores de todo su cuerpo nos dio a entender que había tenido un orgasmo monumental, pero ella en lugar de relajarse, acrecentó su mamada engullendo cada vez más aquel monstruoso miembro, como una tragasables profesional engullía hasta casi desaparecer aquella enorme polla. Yo alucinaba, porque entre otras cosas cuando me la chupaba a mí sólo se metía la punta y me sobaba con la lengua, porque "le daban arcadas". A Fernando la actuación de tragasables de mi santa esposa le estaba llevando al límite, y avisó a mi mujer diciendo:

¡¡No aguanto más, me voy a correr!! "

mi mujer por respuesta se sacó la mitad de la polla de la boca, me miró de reojo, inspiró profundamente por la nariz, e inmediatamente empezó a tragar aquella enorme polla hasta llegar a los huevos, y seguidamente empezó un frenético mete saca desde la punta del capullo hasta topar con los cojones, tragando y soltando baba a un ritmo endemoniado.

La visión de mi mujer realizando semejante hazaña ante mis narices con ese descaro fue más fuerte que mi aguante y me corrí de una manera brutal de manera que salieron chorros de esperma que llegaron hasta sus muslos. Casi al unísono y tal vez alentado por la intensidad de mi corrida , Fernando tensó el cuerpo y arqueándolo hacia atrás empezó a soltar semen en la boca de mi mujer, ella acertó a retirarse un poco hacia atrás para no ahogarse, pero notaba como los chorros de semen le iban directamente al estómago, por la nariz, y la mayor parte en su boca. Cuando Fernando retiró su polla de la boca de mi mujer la imagen que se me ofreció era realmente excitante: Tenía los ojos llorosos, debido al esfuerzo que había realizado por tragar semejante troncho, le salía semen por los orificios de la nariz, y de la boca le chorreaba semen cayendo en sus espléndidas tetas. Yo estaba extenuado por mi corrida, pero excitado por la visión. Entonces ella me miró fijamente, abrió la boca (la tenía a rebosar de semen), la cerró, hizo el gesto de tragar y a continuación la abrió otra vez lamiéndose los labios y dijo:

" ¡Ya os vale!, ¡cómo me habeis puesto! Me voy al agua a lavarme. "

dirigiéndose a Fernando le dijo:

" Ven conmigo al agua. "

Y le hizo un guiño con el ojo. Se cogieron de la mano y como una pareja de novios se metieron al mar, empezaron a jugar y a sobarse dentro del agua de manera que cada vez se besaban y estaban más pegados. En un preciso momento ella bajó una mano mientras que con la otra se agarraba al cuello de Fernando, hizo un movimiento bajo el agua y de inmediato subió la mano para cogerse con ambas manos a su cuello, tiró la cabeza hacia atrás y abrió la boca y los ojos como un pez fuera del agua.

Yo en ese momento no sabía que pensar, ¿estarán follando dentro del agua?, cómo era posible que la mujer que hace un momento no se atrevía a tomar el sol desnuda, ahora estuviera enganchada a un extraño follando dentro del agua delante de su marido y a la vista del resto de los que habían en la playa.

Un torbellino de emociones me envolvían desde mi sexo ( que ya volvía a estar tieso), hasta mi cabeza que tenía una sensación de mucho calor en la cara y sentía latir el corazón en las sienes de manera que parecía que fuese a estallar (¿serán los cuernos que pugnan por salir?).

Mientras, ellos ya habían cogido un acelerado vaivén que iba mucho más rápido que el ritmo de las olas.

Estas maniobras tampoco pasaron desapercibidas al hombre que estaba desde un principio a unos metros a nuestra izquierda, y ahora se había acercado hasta donde antes estaban las dos chicas, ponía mucha atención a los movimientos de Fernando y mi mujer en el agua. Volví a dirigir la mirada al mar y el espectáculo era dantesco: mi mujer entraba y salía contínuamente del agua agarrada fuertemente al cuello de su nuevo amante con las piernas envolviendo el tronco de él, Fernando aguantába a mi mujer por el culo y la subía y bajaba a lo largo de su tremendo pene, hasta que en un momento, mi mujer empezó a dar alaridos de placer que se juntaron con los movimientos espasmódicos de la polla de Fernando.

Pasado un momento de relajación se fusionaron en un profundo beso y salieron del agua con una sonrisa radiante, mi mujer se acercó a mí con los ojos brillantes como espejos , la cara relajada y me dio un beso en la boca, y me susurró al oído:

" Tenías razón he aprovechado la ocasión y me ha encantado, pero veo que a tí tampoco te disgusta..."

(echando una mirada a mi desafiante polla), acto seguido cogió la toalla se puso orientada hacia el sur pues la posición del sol iba variando, y se estiró boca abajo con las piernas entreabiertas, dándome una perfecta visión de su culo y su coño super dilatado que al tumbarse se abrió y empezó a manar como si de un manantial se tratase, un río de semen saliendo a borbotones, espeso, blanco, abundante, caliente. Esta visión colmó la gota de mi excitación y sin encomendarme a nadie me puse tras mi mujer y le penetré el chorreante coño desde atrás. Al notar mi presencia mi mujer me dijo:

" ¿Que se siente al follar el coño de tu mujer cuando acaba de ser follado por otro? ",

no contesté y seguí bombeando, pero tenía el chocho tan abierto que contínuamente se me salía la polla, en una de mis embestidas se salió y dio casualmente con la entrada de su culo (casi virgen todavía, pues alguna vez que habíamos intentado la penetración ella se enfadaba porque " le hacía mucho daño "), y casi sin proponérmelo y gracias a la mezcla de fluidos del coño de mi mujer, le metí la punta de la polla en el culo, ella dio un respingo de desaprobación, pero entonces el hombre que había estado observando toda la escena desde el principio, se acercó a ella polla en ristre y me dijo:

" No te preocupes, tú tira que yo te la distraigo"

el hecho es que nos pillo de improviso, tanto a mí como a mi mujer, pero viendo la decisión del tío mi mujer acercó su mano a la polla de este y sopesándola (era de mayor tamaño que la mía, pero no como la de Fernando), se la metió en la boca y empezó a darle una mamada magistral como la que antes le había dedicado a Fernando.

Aprovechando la "distracción" fuí acrecentando la penetración del culo virgen de Ana hasta llegar a meter totalmente mi polla en su culo y poco a poco fui acelerando el ritmo para ir dilatando el agujero.

Mientras el otro tío se estaba deleitando con la mejor mamada que le habían hecho en la vida, pero llegado un punto mi mujer paró de chupársela y le dijo:

" ¡Metemela por el coño! "

estas palabras sonaron como una orden que se debía cumplir de inmediato, y el hombre así lo hizo. Encaró su polla en la entrada del chorreante coño de mi mujer y sin más preámbulos se la insertó hasta el fondo, lo que la hizo aullar como perra en celo al tener la nueva experiencia de tener dos pollas a la vez una en su coño y otra en su culo.

Tanto el hombre que la follaba el chocho, como yo, empezamos un ritmo acompasado en el que nos ibamos turnando la penetración, cuando él salía yo entraba, vamos como los pistones de un motor bicilindrico . Como yo ya llevaba rato bombeando y estaba superexcitado por todo lo sucedido, estaba a punto de correrme, además la sensación se veía incrementada porque a través de la pared del culo de mi mujer notaba en mi polla las idas y venidas de la polla que follaba su vagina, incrementando por cien la estimulación, por lo que en un breve espacio de tiempo, me corrí disfrutando como un cerdo dentro del culo recién bautizado de mi mujer . Mientras retiraba mi polla, pude notar como un reguero de semen salía del agujero de su culo, y al mismo tiempo en cada embestida que le proporcionaba el tío que la follaba provocaba que fuesen cayendo goterones de semen que aún salían de su coño de la profunda follada de Fernando.

Yo me retiré un poco para tener mejor visión de la follada y observé que Fernando, ya recuperado de su anterior corrida se acercó por detrás a mi mujer y le susurró al oído:

" Vamos a inaugurar de verdad este culito..."

y acercó su enorme glande a la entrada del ano de mi mujer, empujó un poco y gracias a los restos de mi corrida, y a que Ana ya tenía el culo más dilatado entró casi sin problemas. Cuando Fernando empezó a meter aquel pollón en el estrecho culo de mi mujer ésta puso la cara desencajada, con los ojos en blanco, y un rictus en la boca que sólo podía ser el preludio de un gran megaorgasmo provocado por el doble empalamiento al que estaba siendo sometida y a las dimensiones del miembro de Fernando, que a duras penas se abría camino en su culo. Tras unos minutos de doble bombeo por parte de los dos hombres, Ana empezó a correrse de una manera descomunal, gritando, llorando, riendo, convulsionando y en un momento hasta llegó a desmayarse, no llegando a caer porque estaba bien "ensartada" por los hombres, seguidamente el hombre que le follaba la vagina empezó a hacer movimientos de espasmos corriéndose en el ya superdilatado coño, que en breve soltó la polla ya morcillona del hombre.

Mientras Fernando seguía bombeando cada vez con más ímpetu el ya dilatado culo de mi mujer, y con cada vaivén de su polla, el coño escupía semen a una distancia increíble, hasta que de improviso Fernando tensó todos sus músculos, volvió a arquear su cuerpo hacia atrás y se corrió profundamente en las entrañas de Ana. Esta ya parecía una muñeca de trapo que no tiene voluntad ni para expresarse, debido al cansancio producido por todos los orgasmos alcanzados.

Tras quedarse un momento quietos Fernando sacó su polla ya más flácida, y del abierto culo de mi mujer empezó a chorrear un incesante flujo de semen.

Mientras, el hombre que se habia follado a Ana por el coño ya estaba recogiendo sus bártulos y se acercó para despedirse con un sencillo:

" Bueno yo me marcho, ha sido un placer, literalmente, hasta otra."

y se marchó hacia las dunas en busca de la carretera. Mientras, Fernando se fue a refrescarse al mar, y yo me acerqué a Ana que desmadejada por el esfuerzo me dijo:

" Hoy he vivido la experiencia más gratificante de toda mi vida, alcanzando un placer que nunca había pensado que pudiera disfrutar, ni en mis más húmedos sueños, y todo gracias a tí que me has animado a deshinibirme y aprender a disfrutar del sexo. ¡ Gracias mi amor! "

y fusionó su boca con la mía en un apasionado beso.

Regresó Fernando de su chapuzón de aseo y se quedó mirando la toalla de Ana y observó que aún manaba semen de su interior creando charcos de semen y dijo:

" Va, ir a daros un remojón y llevaros esta toalla para darle "un agua"

seguimos su consejo y ya dentro del agua me dediqué especialmente a pasar mi mano por el coño y el culo de Ana hasta que dejó de resbalar el semen almacenado.

Después de la limpieza salimos y nos secamos con la toalla de Fernando, que estaba limpia. Tras conversar durante un rato con Fernando nos intercambiamos los teléfonos y quedamos que en breve nos llamaríamos. Ana se despidió de él con un húmedo beso en la boca y le susurró al oído

" Ha sido brutal, pienso repetir "

Cuando Fernando se marchó nos quedamos solos, empezamos a recoger las cosas y camino al coche Ana me dijo:

" Has abierto una puerta en mí que ya es imposible cerrar, disfrutalo o padecelo, tú decides "

y seguimos caminando al coche, yo metido en mis pensamientos que tardaría en digerir.

CONTINUARÁ.


La playa - parte 2.

Espero que os haya gustado el relato y deseo ver vuestros comentarios

jueves, 17 de noviembre de 2011

Vuelo suspendido

Así son ellas

Ella te dijo con voz mosqueada: "¡Vale! ¡Vamos a ese club de intercambio a ver si con un poco de suerte te follas a dos o tres y así me dejas dormir tranquila esta noche!"

...Y ahora la observas pasmado como rodeada de tios no para de chupar pollas y dejarse follar por todos en todos sus agujeros.

Tira de cómic



























miércoles, 16 de noviembre de 2011

SMS

En la disco


Comparando


Algunos GIF

Corridoooon...

Follar sobre follado

Empalada







Vestida, pero informal.


Sospechoso...

En el coche

Amistades


En el hotel


Relato

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