domingo, 17 de junio de 2012

Relato La playa IV (Final)

Poco a poco fui despertando de aquel profundo sueño, mi mente funcionaba muy lentamente, me notaba lento, desorientado, adormilado, inmovilizado. Al pasar un rato mi visión fue mejorando, y pude ver, todavía borrosas unas figuras que se movían frente a mi, se oían susurros, respiraciones forzadas y gemidos.

Tras un momento se oyó una voz que dijo: " Ana, parece que tu marido ya se despierta. ", reconocí la voz de Fernando, y a continuación la de mi mujer que con voz agitada dijo: 

" Vale chicos, vamos a preparar el espectáculo.

Se empezaron a mover colocándose en una posición concreta, como si lo hubieran ensayado, a la espera que yo despertase del todo, y efectivamente paulatinamente empecé a ser consciente de la situación, encontrándome una escena digna de las películas porno: Yo estaba en una silla sentado desnudo y atado de pies y manos, frente a mí una cama. En el centro estaba Ana sentada desnuda y sudorosa con Fernando y Juan a ambos lados mientras pajeaba a dos manos lentamente los grandes miembros de los hombres, me miró fijamente con descaro sin dejar la labor y dijo: 

" ¡Hola cariño!,¿ya te has despertado?, creíamos que Alberto se había pasado con el narcótico que te puso en la bebida y que no te despertarías en toda la noche, pero bueno sólo te has perdido "el primer asalto", ponte cómodo y disfruta del espectáculo. "

A continuación besó apasionadamente en la boca a Fernando y tras él también le comió la boca a Juan sin soltar con ambas manos las tiesas pollas de los hombres. Luego bajó su lengua por el pecho de Juan hasta llegar a su miembro y empezó a chupar ávidamente su polla, entrándole claramente más allá de la garganta debido a la longitud del instrumento, subió y bajó su cabeza una docena de veces y sacó la polla de Juan de su boca para seguidamente empezar la misma tarea con la de Fernando, con un sobre esfuerzo por su parte al intentar digerir el miembro de éste ya que si bien el largo era similar al de Juan, éste era mucho más grueso, y la mandíbula no daba de sí, pero lo consiguió y se la tragó por completo, continuó subiendo y bajando su cabeza también una docena de veces hasta que cogiendo una bocanada de aire se la sacó de la boca chorreando baba.

Ana se giró y se puso encima de Juan dejando la polla de éste a la entrada de su lubricado coño, se la metió lentamente hasta que la larga polla entró por completo, se quedó parada un momento disfrutando del miembro en su interior, y acto seguido empezó un sube y baja que fue acelerando a medida que aumentaban sus jadeos y gemidos.

Yo desde mi privilegiada posición presenciaba la escena atado pensando que me depararía la noche y la calenturienta imaginación de mi querida esposa. La visión de la escena ya me tenía totalmente "empalmado", gustosamente hubiera empezado a pajearme, pero debido a que mis manos estaban atadas a los brazos de la silla en la que estaba no podía hacerlo.

Mientras, mi mujer había cogido un ritmo acelerado que les iba a llevar pronto a ambos al orgasmo. El mete y saca tan acelerado hacía que la polla de Juan estuviera envuelta en una crema blanquecina fruto de la mezcla de los fluidos de la vagina de Ana y del semen almacenado de la anterior corrida que yo no había presenciado, dándole un aspecto casi de "batido al punto de nieve". Tras unos minutos de acelerada follada Juan tensó su cuerpo y cogiendo el culo de Ana, se corrió en el coño de mi mujer que sin sacarse la polla de su interior se giró poniéndose debajo con las piernas abiertas. Entonces Juan sacó su aún palpitante polla del coño de mi mujer y apartándose jadeante le dijo a Fernando: " Te toca.

Entonces Fernando se puso encima de Ana y encarando su gorda polla al chorreante coño de mi mujer se la fue metiendo centímetro a centímetro para que el ya dilatado chocho se fuera adaptando a las nuevas medidas. Cuando llegó a meterla totalmente Ana tenía una expresión como de pez fuera del agua, gemía, boqueaba resoplando y ponía los ojos en blanco. En ese momento Fernando le dijo en voz alta manteniendo el enorme pollón totalmente dentro de ella: " ¿Quieres que te folle como nunca lo hará tu marido? "

A lo que Ana contestó con voz temblorosa: " Siiiiiiiiii, fóllame."

Fernando al oír la respuesta no se hizo esperar y cogiendo las piernas de Ana se las pasó por encima de los musculosos hombros y cogiéndola de la cintura empezó un frenético mete saca que en breves momentos empezó a provocar un tremendo orgasmo a mi mujer, que intentaba separarse momentáneamente del macho para recuperarse del orgasmo, pero éste la cogió de los hombros y siguió con el bombeo frenético provocando nuevos orgasmos a Ana de manera continua, yo creo que llegué a contar seis seguidos, y coincidiéndo con el último de éstos Fernando hincó su polla hasta los huevos en el coño y lanzando un aullido de placer se corrió en su interior. Al sacar la polla ya "morcillona", se tendió en la cama boca arriba al lado de Ana. Mi mujer se quedó con las piernas abiertas y resoplando por el esfuerzo y la energía gastada en los recientes orgasmos, tenía el chocho totalmente abierto y de él brotaba un manantial de semen.

Al recuperarse Ana se dirigió a Alberto que estaba tras de mí y le dijo:               " Trae al cornudo de mi marido para que me limpie el coño con su lengua. "

Acto seguido Alberto me desató de la silla y cogiéndome de la cabeza me la acercó al rebosante coño de mi mujer y me dijo: "come cabrón déjaselo bien limpio que luego vamos a follarla otra vez "

Ana dijo:" ¿Te suena la frase cariño? ya te dije que la película me estaba dando ideas, y como vi que te gustó decidí ponerlo en práctica. ¡Venga empieza que todavía queda mucha noche por delante!" -me dijo imperativamente.


Acerqué mi lengua al dilatado chocho y empecé a limpiar el semen que resbalaba desde la vagina y caía por el culo hasta la cama, fui tragando y limpiando metódicamente el coño, culo y la cama hasta que dejó de salir   el semen acumulado después de succionar aplicadamente  el agujero del chocho de mi mujer.


Mientras Ana me decía cosas sobre el tamaño de mi polla (que yo tenía a reventar) y mi reciente afición a los cuernos burlándose ante los otros hombres. En un momento de la conversación en el que yo le estaba lamiendo el ojete del culo me dijo: " ¿Te gustaría ver cómo mis amigos me la meten por el culo? "

A lo que yo respondí llevado por la excitación: " Siii "

Entonces Ana me respondió: " Vale, pero vamos a hacerlo con un juego: Me la meterán por tamaños de polla, empezando por la más fina hasta la más gorda, pero con la condición de que antes de meterme una polla en el culo te la tienen que haber metido a tí."

La respuesta de mi mujer me dejó descolocado, sí que es verdad que en ocasiones Ana me había metido un dedo mientras follábamos, pero de ahí a que me empalen tres tíos...

Ana viendo mi negativa y antes que tuviera tiempo a reacconar dijo a los hombres: " Atadlo a la cama. "

Yo opuse algo de resistencia, pero ante la mayoría numérica me ví a los pocos minutos atado a los pies de la cama con las piernas en v los tobillos atados con el cuerpo doblado por la cintura y pasando por encima de los pies de la cama los brazos atados al somier, de manera que mi culo quedaba totalmente  expuesto y abierto mientras que al mismo tiempo tenía una magnífica visión de lo que ocurría en la cama.

Ana se levantó y cogió un bote de lubricante de la mesita, se acercó a mi retaguardia y dejando caer un chorro de lubricante sobre mi ojete empezó a meterme un dedo en el culo, al principio estaba un poco tenso, pero gracias al lubricante y al trabajo del dedo de mi mujer poco a poco mi culo se fue relajando y entonces Ana "subió la apuesta" metiendo otro dedo. Estuvo jugando a mete saca con los dos dedos hasta que mi culo se dilató y ya entraban ya sin esfuerzo.

Mi mujer miró a Alberto sacándome los dedos del culo y dijo: " Tu turno."

Alberto se puso tras de mí y Ana le cogió la polla, la meneó tres o cuatro veces y la puso en la entrada de mi culo bien lubricada. Debido a la lubricación y a la reciente penetración de los dedos de Ana, Alberto empezó a entrar su glande, sin gran esfuerzo, y poco a poco me fue penetrando hasta tenerla dentro por completo, empezó un movimiento de mete saca lento para que mi culo se fuera adaptando. Para mí esta era una nueva situación que me estaba dando nuevas sensaciones, pues al mismo tiempo que Alberto me follaba el culo, Ana me iba pajeando la polla. 

Cuando ya estaba casi a punto de correrme, mi mujer paró la paja y dijo: " Alberto métemela ahora a mí, Juan es tu turno con Manolo. "

Alberto, muy obediente, sacó la polla de mi trasero mientras Ana se colocó de rodillas en la cama cara a cara conmigo preparándose para recibir su ración de polla por el culo, se echó lubricante y Alberto la ensartó por detrás metiéndosela casi toda de una vez, se notaba que ella tenía el culo mucho más dado que yo. 

Mientras Juan ya había cogido su posición y apoyando su larga polla en la entrada de mi culo empezó la penetración que se me hizo eterna por lo larga que era y lo que entraba dentro de mí, a continuación empezó su mete saca. De la misma manera Alberto tenía su particular "batalla" en el culo de mi mujer, éste aceleró el ritmo mientras Ana me volvía a pajear mientras Juan me bombeaba el culo. Otra vez cuando la paja de Ana estaba a punto de hacerme eyacular, Alberto se puso tenso y con un embite de cadera se corrió largamente en el culo de Ana.

A continuación Ana paró nuevamente de pajearme y mientras Alberto sacaba su ya flácida polla de su culo, se dirigió a Fernando y le dijo: " Tu turno con mi cornudo, ponle bastante lubricante, que yo ya sé lo que es eso." Dirigiéndose a Juan le dijo: " ¡Venga tu turno de follarme el culo! "

Juan se salió de mi trasero y subiéndose en la cama se agarró a la grupa de mi mujer y le metió su larga polla en el lubricado culo, que entró con bastante facilidad, empezando su particular bombeo.

A todo esto Fernando se puso en mi  retaguardia, pero antes de empezar la penetración me dijo: " Bueno Manolo, lo siento por tu trasero, pero yo por follarle el culo a tu mujer hago lo que sea. Además yo creo que me estoy aficionando, pues desde el día siguiente al encuentro en la playa en que me llamo Ana, no hemos parado de follar, y yo creo que ella le está cogiendo afición a que se la meta por el culo. "

Al oir esas palabras yo me quedé sorprendido, pues no sospechaba nada, y creia que desde el dia de la playa no se habían vuelto a ver, pero resulta que no era así y pensé:        " ¡Con razón a Ana le entran tan bien las pollas por su culo, lo estaba ejercitando contínuamente con la polla de Fernando! "

Justo en el preciso momento que pensaba esto, un chorro de lubricante en mi culo me hizo volver a la realidad. El pollón de Fernando me iba a partir el culo mientras mi mujer me miraba atenta con Juan  acelerando sus embestidas en su abierto culo.

Fernando encaró su capullo a la entrada de mi culo, y empujando poco a poco empezó a metermelo. Yo notaba como mi culo, ya más abierto por las otras pollas, empezaba a dilatarse para albergar semejante troncho, pero realmente suponía un gran esfuerzo para mi esfínter. Ana viendo mi cara de esfuerzo, volvió a coger mi ahora flácido pene y empezó de nuevo a ponerlo a tono realizándome una paja en la que fue acelerando el ritmo según la polla de Fernando iba entrando cada vez más en mi culo.

Yo resoplaba a cada centímetro que la polla de Fernando entraba en mi culo, se me hacía interminable la longitud de aquel miembro, y cada vez costaba más acomodar mi maltratado esfínter. Cuando llegó a introducirla hasta que sus huevos tocaban con mi culo, se quedó un momento quieto, esperando que mi culo se habituase a la enorme medida. Yo en ese momento me sentía totalmente relleno como un "pavo en navidad" y en mi interior su polla empujaba mis tripas, pero esta situación cambió en un momento, ya que Fernando empezó a bombear lentamente su polla en mi culo, acelerando el ritmo paulatinamente. Ana había acelerado su movimiento de pajeo al ritmo en que Juan metía y sacaba su polla del culo de mi mujer.

En pocos minutos Juan aceleró vertiginosamente el movimiento y soltando un sonoro bramido se corrió en el culo de Ana. Ésta también aceleró el ritmo de su paja en mi polla, así como Fernando el ritmo en que me follaba el culo, lo que provocó que inmediatamente me corriese soltando un río de lefa que regó la mano, brazo, cara y pelo de Ana. La corrida fue bestial, y Fernando iba notando las contracciones de mi esfínter sobre su polla.

Al ver que me había corrido, sacó su inflado pollón de mi destrozado culo, se dirigió hacia Ana  y le dijo: " Vamos date la vuelta, que le vamos a dar un primer plano a tu marido de cómo te follo el culo. "

Mi mujer muy obediente se giró y me puso su dilatado culo a escasos treinta centímetros de mi cara. Lo tenía ya muy abierto, y de él salía un reguero de semen que resbalaba hasta su coño.

Fernando se subió a la cama y poniendo su polla entre el culo de Ana y mi cara, apuntó con su capullo al culo de mi esposa, y sin gran esfuerzo al parecer ,le metió la tranca hasta el fondo. Era realmente impresionante ver cómo entraba aquel monstruo en el agujero del culo de Ana, yo no paraba de pensar que hacía sólo unos minutos aquello había entrado por mi culo de la misma manera y no cesaba mi asombro.

En pocos segundos Fernando aceleró el ritmo de la follada mientras que Ana se frotaba el clítoris con la mano. Mientras Alberto y Juan se dedicaron a desatarme de los pies de la cama mientras hacían comentarios de cómo me había quedado el culo.

Llegados a un punto de la follada, Ana se giró en la cama llevándose enganchado a su culo a Fernando y dijo: " Traed al cornudo de mi marido para que me coma el coño mientras sigue follándome el culo Fernando. "

A continuación Alberto y Juan me cogieron casi en "volandas" y me tumbaron en la cama con la cabeza a la altura del chocho de mi mujer a modo de 69 de manera que mi boca quedaba a la altura de su clítoris y tenía una perfecta visión de la polla de Fernando entrando y saliendo del culo de Ana.

Yo empecé mi labor jugando con la lengua en el clítoris de Ana, y luego deslizaba la lengua por toda su vagina.

En pocos minutos el trabajo de mi lengua en el coño de mi mujer, junto con la follada de culo que le estaba brindando Fernando obtuvo sus frutos en Ana, provocándole un gran orgasmo que me llenó la boca de fluidos y veía al mismo tiempo las contracciones del culo de Ana en la polla de Fernando. Éstas contracciones debieron excitar más a Fernando y al mismo tiempo tensó el cuerpo y se corrió dentro del culo.

Al sacar la polla del culo de Ana  ésta chorreaba semen y al notarlo mi mujer me dijo: " ¡Vamos cornudin, límpiale la polla a Fernando, que después te vas a comer toda la corrida que tengo en mi culo! "

Yo alucinaba con la actitud de dómina de mi mujer, pero sin replicar cogí la polla "morcillona" de Fernando y empecé a lamerla hasta que la dejé totalmente límpia de restos de semen. Al terminar Fernando se retiró y Ana se puso en cuclillas con el culo sobre mi boca y dijo: " ¡Venga mi amor, la cena está servida! ", y acto seguido abrió el esfínter cayendo una gran cantidad de semen acumulado de las corridas de los tres hombres, parecía que cada vez caía más cantidad. Yo tenía ya la boca llena, y empecé a tragarme la lefa para seguir limpiando el abierto ojete de mi esposa con la lengua.

Cuando acabé de limpiar, Ana se levantó y agachándose de nuevo me dio un beso en la boca, para a continuación decirme: " Cariño espero que lo hayas disfrutado, porque yo sí, y me ha gustado tanto que a partir de ahora pienso realizar todo tipo de fantasías con mis amigos o con quien sea, sólo quiero que tengas presente que te quiero, pero otros hombres me hacen disfrutar con el sexo mucho más que tú y pienso aprovechar para que me den placer."


FIN

Espero que os haya gustado el relato y deseo ver vuestros comentarios




lunes, 11 de junio de 2012

Mujer gimnasta.

Cielo, este es Carlos mi entrenador personal...


...y antes de empezar la clase vamos a hacer ejercicios de "calentamiento"
                                   
                                                                     ...arriba unooo

                                                                                           ...abajo dossss

                                                                                 ...mantenemos la posición y giro...

                                                                                     ...así bien abierta de piernas y...

                                                                                            ...abajo unoooo

                                                                                                 ...arriba dosss

                                                                                            ..cambio de posición...

                                                                              ...ahora dentro, fuera, dentro, fuera...

                                                                                    ...posición para masajeee...

                                                                                   ...ahora un poco de cremita...

                                                                                           ...extender bien ...

                                                                                         ...y tomar líquidos.

viernes, 8 de junio de 2012

Relato La Playa III (continuación).



Cuando llegué a la discoteca me encontré un poco desorientado, pues no conocía el local, había mucha gente y era difícil avanzar sin tropezar con alguien. Sin rumbo fijo fui a dar a una barra de bar y en el momento que pude le pregunté al camarero cómo llegar a la pista de abajo, él muy amable y gritándome al oído ( debido al volumen de la música), me indicó cómo llegar.



Tras atravesar la abarrotada pista de baile llegué a la escalera que iba al nivel inferior, al bajar pude comprobar que en este nivel el ambiente era de música latina, también había mucha gente, sobretodo en la pista, pero se podía transitar sin tanta dificultad, y al localizar la barra de bar me dirigí a ésta.


Al llegar dí una ojeada alrededor de la barra y no los localicé, por lo que decidí pedir una bebida y esperar a que vinieran. Mientras bebía apoyado en la barra miré a la pista, y tras un buen rato de búsqueda pude localizar la cabeza de Fernando justo al otro extremo de dónde yo me encontraba. Me dirigí hacia ellos con el vaso en mano esquivando las personas que estaban bailando animados ritmos latinos.



En el momento que ya veia a Fernando, pude ver que éste estaba bailando totalmente pegado a Ana, mientras que detrás de ella había otro hombre que le restregaba el paquete en su culo con descaro, y de vez en cuando con la escusa del ritmo de la música le sobaba las tetas. Mi mujer movía el culo arriba y abajo, variaba y se echaba hacia atrás apoyándose en el otro hombre y restregando su sexo con el de Fernando mientras éste metía sus manos por el corte lateral del vestido para coger el precioso culo de ella. La escena me sorprendió un poco, no por lo de Fernando que ya lo tenía asumido, sino por la presencia del otro hombre, me acerqué y Ana me dijo:

" ¡Ah!, ¿ya estás aquí?, ha sido llegar y nos hemos puesto a bailar."

A continuación me cogió el vaso que llevaba, y se bebió lo que quedaba. Luego me dijo: " Acércate a la barra y traeme algo de beber que tengo mucho calor..."

Y de inmediato continuó moviéndose entre los dos hombres de la misma manera, incluso acentuando más los movimientos.

Yo me dirigí a la barra con mis pensamientos: "¡Qué guarra, está cachonda perdida y ya se lia hasta con desconocidos! ". Llegué cerca del camarero, y cuando pude le pedí un bourbon con cola, que es la bebida preferida de Ana. 

Al regresar con la bebida, miré al sitio donde estaban bailando antes y ya no les ví, pero al revisar los alrededores encontré a Fernando sentado en unos sofás con mesita a modo de privado, me dirigí a él y le pregunté: " ¿Dónde está Ana? ", él respondió: " Ha ido al baño, y el hombre que bailaba tras ella se ha ofrecido a acompañarla. "

Fernando y yo entablamos una conversación, y al rato vimos que volvía Ana. Se la veia espectacular dirigiéndose hacia nosotros con un paso firme que hacía bambolear sus senos bajo el vestido. Al llegar y sin decir una palabra se acercó a mí y me dió un beso en la boca, me metió su lengua y jugó con ella en el interior de mi boca. Fué un beso salvaje, húmedo, sobretodo porque al dejar de besarme noté en mi boca una presencia extraña, suave, cremosa y densa, al tragar noté un sabor salado y ácido a la vez. ¡ Era semen !, el semen del tipo que había estado con ella en el baño y que se había corrido en su boca tras una magnífica comida de polla por parte de mi generosa esposa. Al averiguar lo que me había tragado quise coger el vaso de mi mujer para beber, a lo que ella respondió quitándome el vaso: "Si bebes te quitará el sabor, y tienes que acostumbrarte a él, pues a partir de ahora va a estar muy presente en tu dieta..." A continuación le dijo algo al oído a Fernando y éste esbozó una sonrisa de sorna mirando el gesto de mi cara.

Yo estaba totalmente descolocado, pues veía que la situación se me estaba yendo totalmente de las manos, y mientras observaba cómo mi esposa empezaba a meter mano a Fernando por la bragueta de su pantalón para palpar su creciente miembro. Al mismo tiempo él aprovechó para magrearle las tetas a mi mujer e ir bajando poco a poco hasta llegar a su sexo por debajo de la falda. Ana estaba disfrutando el momento pues cerró los ojos y giró levemente su cabeza hacia atrás y a un lado, signo inequívoco de que estaba a punto de correrse, pero no llegó a hacerlo, pues de improviso llegaron unos hombres a la zona reservada en la que estábamos, y ésto les cortó el rollo.

" ¡Fernando, cuánto tiempo sin verte! ", dijo el más alto de ellos acercándose y dándole un efusivo saludo. 

Fernando por su parte se levantó y les dio la mano, esa que acababa de sacar del coño de mi señora, y dijo: " ¡Alberto y Juan, vaya par de crápulas que acaban de caer por aquí!. De inmediato y antes de entablar cualquier conversación se dirigió a ambos y nos presentó: " Alberto, Juan, esta es Ana y su marido Manolo ", ambos nos miraron con un gesto de desconcierto, sin duda provocado por la imagen que habían visto al llegar de Fernando y Ana, pero de inmediato reaccionaron con una sonrisa y mientras Juan me daba la mano educadamente, Alberto se acercó a mi mujer y tras dos besos en la cara le dijo: " ¡Encantado de conocerte, y puedo decir que el hecho de conocer a tan bella mujer ya me ha alegrado la noche! ", después los hombres invirtieron los papeles y Juan dio dos besos a Ana y Alberto me saludó estrechando mi mano y diciendo: " Te felicito, ¡tienes una mujer espectacular!", yo sólo acerté a decir: " Gracias, ya lo sé. "

Después se sentaron al lado de Fernando y empezaron a conversar de cosas suyas mientras Ana ponía interés en la conversación. Para oír mejor se echó hacia adelante y al abrirse el corte de la falda dejó a la vista sus piernas hasta la cintura, dejando claro que no llevaba nada debajo, asimismo por el lateral del vestido le podían ver perfectamente el desnudo pecho casi por completo, que con los comentarios y bromas de los recién llegados provocaban la risa de Ana con el consecuente bamboleo de sus senos. Ésta situación produjo una incesante lluvia de miradas de Alberto y Juan hacia mi mujer, avanzando la conversación cada vez más hacia temas más picantes y atrevidos.

En un inciso Fernando se levantó y nos dijo: " Vamos a la barra a por bebidas, ¿ queréis algo? ". A lo que Ana contestó: " A mí tráeme otro bourbon con cola.", y cuando iba a pedir yo, mi mujer dijo categóricamente: " No, Manolo no bebe que tiene que conducir.

Yo me quedé cortado por su reacción y no dije nada, pensé que no iba a tener ocasión de quitarme aquel sabor a semen de mi boca en toda la noche.

Seguidamente los tres hombres se fueron en dirección a la barra comentando entre ellos.

Ana acercándose a mi oído me susurró: " Te quiero bien sereno para que puedas disfrutar tu sesión de cuernos.", y me dio un tiento en la polla por encima del pantalón para calibrar mi calentura, me puso a mil, metí mi mano bajo el vestido y le toqué el coño, lo tenía ardiendo y estaba chorreando como una perra, cuando quise avanzar pasando un dedo por su clítoris ésta dió un suspiro y me apartó la mano diciendo: " Espera que la noche no ha hecho más que empezar "

En ese instante regresaron los tres hombres con las bebidas. Ana cogió su vaso y casi de un trago se bebió la mitad, necesitaba apagar su fuego.

Alberto se dirigió a ella y dijo: " Fernando me ha dicho que eres una gran bailarina, ¿quieres bailar conmigo? ". La respuesta de Ana no se hizo esperar cogió a Alberto de la mano y se dirigieron ambos a la pista poniéndose a bailar. 

Mientras Fernando y Juan hablaban conmigo sobre mi mujer: que si era
muy afortunado por tener una hembra así de "dispuesta", si hacía mucho tiempo que estábamos casados, etc. Yo mientras me hablaban miraba a la pista y veía que Alberto y Ana habían empezado una danza similar a la que antes había presenciado, pero cuál fue mi sorpresa cuando de pronto mi mujer trajo de la mano a Alberto al reservado y cogió a Juan para llevarlo a la pista, siguiendo el baile como lo había dejado. Juan era un tipo bien parecido y de complexión atlética, aunque era más bajo que Alberto y Fernando. Alberto marcaba un abultado paquete fruto del reciente roce en la pista y bebió ávidamente de su copa.

En la pista el espectáculo de Ana y Juan estaba rayando la pornografía, pues estaban "bailando" él con las manos bajo la falda de Ana y ella con una mano en el paquete de él, al poco de esta situación mi mujer le dijo algo al oído a Juan y éste se quedó en la pista mientras que Ana vino hacia nosotros y cogiéndo a Alberto de la mano dijo: " Ven con nosotros. ". Alberto no se hizo esperar y se fue con ella hasta la pista empezaron un breve baile sándwich en el que ellos eran el "pan" y Ana el "jamón y queso".

A los pocos minutos mi mujer cojió a ambos de la mano y se los llevó hacia el fondo de la discoteca donde estaban los baños. Yo imaginé que iba a repetir la escena vivida antes con el otro hombre y, tras unos momentos de conversación con Fernando, me excusé y me fui al baño de caballeros. Al entrar me crucé con un hombre que salía de lavarse las manos, había una hilera de los típicos urinarios de pared, y a continuación las cabinas de los wc, todas estaban con la puerta entreabierta, excepto la última de la derecha en la que se oía un cierto ruido. Entré en la cabina contigua y subiéndome al inodoro dí un vistazo por encima de la mampara de separación. Efectivamente allí estaba Ana siendo penetrada por Alberto mientras chupaba la polla de Juan que era extremadamente larga, sobretodo en relación a su estatura, yo creo que era similar a la de Fernando pero sin ser tan gruesa. Con las embestidas de Alberto la boca de Ana iba engullendo paulatinamente cada vez más la larga polla de Juan, llegando en algún momento a tragársela por completo. 

El espectáculo era tal que me saqué la polla y empecé a pajearme, y al otro lado Alberto y Juan aceleraban el ritmo de sus embestidas, mi mujer emitió un prolongado pero contenido quejido signo de que se había corrido como una cerda, y a continuación, se sacó la polla de Alberto del coño para empezar una mamada a dúo a los dos hombres en agradecimiento por su reciente orgasmo.

Yo con la visión de mi mujer chupando aquellas pollas como si en ello le fuese la vida, empecé a acelerar el ritmo de mi paja, pero de repente llamaron a la puerta y una voz dijo: " Manolo,¿estás ahí? ", me pareció reconocer la voz de Fernando, y ya desconcentrado por el susto me bajé del inodoro, guardé mi polla en el pantalón y tras un momento dije: " Sí, dime

Fernando contestó: " Te estaba buscando para decirte que en cuanto encuentre a Ana nos vamos todos a mi apartamento "

Yo contesté desde dentro: " Vale, de acuerdo dame un minuto que ahora salgo ", y para despistar tiré de la descarga de la cisterna del wc.

Él contestó: " Te espero en el reservado al lado de la pista ", y a continuación abrió la puerta del baño y se fue.

Yo aproveché para volverme a subir a la taza del inodoro para ver cómo iba Ana en la cabina de al lado, pero al asomarme pude comprobar que no había nadie, por lo que bajé de la taza y me fui a los lavabos, me lavé las manos pensando cómo era posible que se hubieran marchado sin que Fernando los hubiera visto, me sequé las manos y al salir, Ana se avalanzó sobre mí dándome otro morreo similar al de antes, con mucha lengua y mucho contenido, pues llevaba en la boca la corrida de los dos hombres que se había follado en el baño. Yo esta vez, conociendo el contenido del obsequio lo retuve en la boca para después escupirlo, pero mi mujer vio mis intenciones y separándose de mí me dijo: " Trágatelo ya te he dicho que hoy vas a acostumbrarte a su sabor, si no lo haces ya te puedes ir para casa "

Ante la amenaza hice de tripas corazón y me lo tragué sintiendo otra vez la sensación y sabor anteriormente vividas.

Ana ante su victoria me miró con una sonrisa burlona, me dió la mano y me llevó hasta el reservado adonde nos esperaban los tres hombres. Al llegar Alberto me miró sonriendo y me ofreció bebida diciendo: " Anda, bebe algo para pasar el "mal trago", ¡ah! y no te preocupes que no lleva alcohol "

Cogí el vaso y casi de un trago me bebí el refresco entero, ya que tenía la boca pastosa por la cantidad de semen ingerido y el calor que estaba pasando. Me senté en el sofá y en pocos segundos empecé a notar una potente somnolencia y de inmediato me quedé profundamente dormido.




CONTINUARÁ


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