domingo, 13 de enero de 2013

La apuesta - parte 1- (Relato).

Era una noche como otra cualquiera en la que tras la promesa de "darle un masaje" a mi mujer estábamos en la cama entrando en ambiente viendo una peli porno. En la película, entre otras escenas, salió una en la que un matrimonio decidía ir a un club de ambiente liberal de parejas swingers, ésto parece que excitó bastante a mi mujer, pues yo, mientras veíamos la peli le iba masajeando el clítoris y de tanto en tanto metiendo un dedo en su vagina, y precisamente en el momento que transcurría ésta escena del club, le metí dos dedos y tenía el coño superlubricado fruto de la excitación que le producía la visión de la película; en ese momento yo le dije:

"Parece que la escena te está calentando, ¿te gustaría estar en el lugar de la protagonista?", ella me miró y dijo: " Es sólo  una peli, no te creas todo lo que sale en las películas, y menos en las porno", y volvió a mirar a la pantalla. Yo seguí con el "masaje" con dos dedos dentro de su coño entrando y saliendo suavemente, mientras con el pulgar frotaba su clítoris en movimientos circulares, lo que cada vez más producía un encharcamiento general de su caliente cavidad.

Mientras en la película, la mujer había entrado en una especie de "pasillo francés" con las paredes con varios orificios por los que asomaban las pollas de varios hombres y haciendo un gesto de complicidad a su marido y tras besarle tiernamente en la boca, se lanzó vorazmente a chupar todas aquellas vergas que asomaban por los agujeros de la pared mientras su marido contemplaba con interés la escena.

Yo viendo que el calentón iba en aumento decidí decirle al oido: "¿No te gustaría hacer lo que hace la de la peli y disfrutar de otras pollas diferentes de la de tu marido?". Ella me miró con cara entre sorprendida y excitada y supongo que me lanzó la respuesta esperada diciendo: "No, a mí me basta con ésta", y con un movimento me cogió la polla. Al notar lo tiesa que estaba me dijo: "Al que parece que le pone mucho la situación es a tí..."a lo que contesté: "Claro que me excita, es una situación muy morbosa, ¿a tí no te lo parece?" Mi mujer como respuesta retiró mi mano de su mojado sexo se giró de costado dándome la espalda y tirando de mi polla me dijo: " Venga, métemela ya "

Yo no me hice esperar y con un movimiento de caderas le introduje la polla hasta el fondo, léntamente y con mucha facilidad debido a lo lubricada que estaba. Mientras en la película la mujer había dejado de mamar las pollas de aquellos hombres y escogiéndo la más grande se dió la vuelta, se inclinó y guiándo con la mano la gruesa polla a su coño se la introdujo y empezó un frenético mete saca apoyándose en la otra pared. Aprovechando la visión de la escena yo empecé un bamboleo similar de mete saca y acercándo mi boca a su oreja, le susurré: " Te la está metiéndo el tío de la peli ", y mi mujer por respuesta empezó a gemir y acrecentar el ritmo de la follada y en breve tuvo una intensa corrida que lubricó aún más su deslizante vagina.

Tras correrse, y viéndo que yo seguía con el bombeo pues no me había corrido, paró, se la sacó de su coño y como una niña mala me miró y me dijo " Tu turno ". A continuación bajó su cabeza hasta mi entrepierna y empezó una mamada a un ritmo espectacular mientras con un dedo hacía círculos alrededor de la entrada de mi culo. La situación me producía mucho placer, pues además tenía la visión de la escena de la película en la que la mujer ya había follado con las tres pollas que salían de la pared y se agachaba ante la polla de su marido que había presenciado toda la escena y empezaba a hacerle una mamada similar a al que me estaba haciéndo mi querida esposa, me excitó de sobremanera que al agacharse la protagonista, de su coño manaban ríos de semen que caían al suelo formando un pequeño charco mientras su cabeza iba y venía en un veloz movimiento.

 No sé si fué la visión de la peli, o la faena que estaba realizando mi mujer que ya había deslizado un dedo dentro de mi ano y me masajeaba la próstata mientras chupaba con avidez mi polla lo que produjo en mí un intenso orgasmo corriéndome y enviando una buena cantidad de semen al interior de la boca de mi esposa. Ella siguió pajeándome mientras yo tenía espasmos, al acabar se metío una vez más mi polla en la boca lamiéndo con la punta de la lengua el glande y al retirarse dejó escurrir el semen acumulado de su boca y retiró el dedo de mi culo, subió me besó y dijo: "Te has quedado bien, eh " y yo le dije: " Tú también,¿no?, parece que el tío de la peli te ha dado bien con ese pollón " a lo que ella me contestó con un pequeño cachete y me espetó: " ¡Eres un guarro salido!". Yo le contesté: " ¿Salido?,¡vaya ya me había olvidado que tenía una mujer mojigata que no admite que el sexo en la pareja puede ser más rico con nuevas experiencias!".

Ella refunfuñando dijo: "A mí no me hace falta más, ¿tú no tienes suficiente conmigo?"a lo que yo respondí: "¡Claro que sí cariño!, pero estoy seguro que si probaras algunas cosas nuevas te gustarían, pero ya sé que no te atreves a salir de lo "estándar", ¿no?". Esta frase parece que la "picó", y airosa me contestó: "¡No soy una mojigata y claro que soy capaz!,¿Que te apuestas?", yo muy seguro le contesté: " Lo que quieras, mojigata.". Entonces ella con voz profética vaticinó: " ¡Pues vas a perder! ". Acto seguido se levantó de la cama y se fue al baño. Yo me quedé en la cama reflexionando sobre el episodio pasado, y cuando empezaba a oír el sonido del agua de la ducha me quedé profundamente dormido.


CONTINUARÁ.
La apuesta - parte 2.




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